LA ENERGIA VITAL



Es la sustancia esencial de la vida. Se le suele decir Prana.
Sin ella no existiría el universo. Cada manifestación básica depende de su actividad.
Desde la molécula más pequeña de la materia hasta los pensamientos y las emociones, son una diferente expresión de prana.
Por eso es importante conocer los campos de donde se obtiene. En primer lugar los humanos la tomamos del aire. De los alimentos. Del sueño. Del descanso periódico. De las actitudes positivas.
La energía vital es identificada como aura o cuerpo astral.
Todo ser vivo o aparentemente inerte tiene aura, por lo tanto “vida”.
En los minerales está aletargada, en las plantas es como un espejismo, es más aguda en el animal y se hace consciente en el ser humano.
En este plano se desdobla en dos extremos: Negativo y Positivo. No nos referimos a bueno o malo. Para el funcionamiento de un artefacto eléctrico es necesario que el cable esté compuesto de los dos polos, de lo contrario no funcionaría.
Es así que en el cuerpo físico, cuando hay un desequilibrio entre las polaridades (Yin y Yan), se presentan las perturbaciones de la salud, los estados depresivos o de exceso de euforia que nos llevan a una vida opaca o de constante infelicidad.
El descreimiento de estas verdades, más antiguas que el mundo, ha producido un alejamiento de la ciencia cada vez más profundo, provocando un desequilibrio tan marcado, que todos conocemos el estado de destrucción en el que nos encontramos. La propia naturaleza no puede, por si misma, volver al la armonía de sus fuentes.
“La caridad empieza por casa”, debería interpretarse, bien entendida, por corregir nuestra propia desviación del camino natural del planeta, volviendo a escuchar a los sabios antepasados que todo lo aprendían de la Pacha-Mama, Madre Tierra o Divina Madre Naturaleza, según el lugar donde vivieran.
A través de re-aprender a respirar, una buena alimentación, el reposo oportuno, la quietud interna, la recta intensión y el manejo de los pensamientos, nos iremos acercando a niveles superiores de conciencia.
Esos horizontes no se alcanzan con dinero, siendo eruditos en temas espirituales o complicadas ciencias ocultas.
Nadie puede caminar nuestro pasaje de aprendices, que puede durar pocas cuadras o una eternidad visto desde el tiempo, que sólo se manifiesta en este plano tridimensional.
YOGA significa lazo o nexo entre lo esencial y lo físico.

LA OBSERVACIÓN DE SI


Tan importante como estar alerta, la práctica de prestar atención a uno mismo significa un enorme avance en el trabajo interno.
Debe realizarse con mayor objetividad aún, puesto que nos ocuparemos de ese ignorado personaje que llevamos adentro.
Difícilmente la vida cotidiana nos permita ver, libres de prejuicios la realidad de lo que se encuentra dentro de nosotros.
Actuamos en un estado de adormecimiento, identificados con los papeles que cumplimos en nuestra vida.
Creemos ser lo que manifiesta la personalidad, ese cascarón que fue formado por: nuestros padres, la escuela, la sociedad donde vivimos, la moda o la época.
Para descubrir nuestra esencia es imperioso traspasar esa cápsula para arribar a una cantidad de yoes y organizarlos.
Esto no puede lograrse por medio del razonamiento, porque la mente es la dueña y prefiere el desorden.
Para ello existen, como siempre, ejercicios.
1) Sentarse en una silla, hacer ejercicios de cuello, respiratorios y de relajación, tratando de dejar los pensamientos en calma.
2) Levantarse y desde otra silla, intentar recordar la postura del cuerpo, las sensaciones que se presentaron: frío, calor, incomodidad o no, si había inquietud etc.
3) Con estas pautas, siempre siendo objetivos, iremos avanzando de a poco hasta hacer conciente cada momento de la vida y especialmente conocer los cambios emocionales y los estímulos que los provocan.
En cada paso se notarán los avances, sin necesidad de ser expertos en el tema.
En el entrenamiento está el secreto de un avance seguro hacia una vida mejor.

LA ATENCIÓN


Purificar la atención es el primer paso para logar el control de la mente.
Por lo general nuestra atención salta entre los pensamientos produciendo un estado mecánico que termina en sufrimiento.
Ocurre que, estamos haciendo algo, pensando en otra cosa y lo que realmente nos interesaría hacer, nos lo impide la falta de tiempo o las circunstancias.
Cuando se logra obtener una atención entrenada se consigue vivir en plenitud cada momento, comprender nuestra realidad, ser más perceptivos, mejorar la memoria y elevar el estado conciente.

Ejercicios Prácticos

1) Estar atento a cada cosa: Al tomar una taza de te, al peinarse, al cumplir con el trabajo, al subir a un colectivo, manejar un auto…
2) En el descanso: sensaciones corporales, ideas, imágenes que aparecen, emociones. Hacia el interior.
3) Los movimientos: como camino, el tono de mi voz, la velocidad en que me muevo.
4) Percibir lo externo y lo interno al mismo tiempo: Los sonidos del ambiente, sensación térmica, el aire, la lluvia, las palabras que escucho y lo que me producen.

Es absolutamente necesario ser OBJETIVOS.
No analizar ni poner en tela de juicio nada de lo que estoy observando. Verlo como en una película. De lo contrario entraríamos en la auto-compasión o a justificarnos, sin ver la realidad.
En la medida que esta práctica se haga periódica, será como aprender a conducir; al principio es difícil y luego forma parte de la vida cotidiana.
Entonces se comenzarán a experimentar estados de ánimo más plenos, una memoria aguda, rapidez mental y actuará también como un filtro para las emociones que ingresan de estímulos externos, provocando depresión, tristeza, bronca, lentitud en las reacciones etc.
De esta manera vivir el momento no será un deseo casi imposible, por el contrario, se hará realidad.
Encontraremos que la carrera tras la felicidad, es una eterna búsqueda de la paz.

LA DIMENSIÓN DEL TIEMPO


LA DIMENSIÓN DEL TIEMPO

Desde el punto de vista espiritual, el tiempo no existe.
Se considera que la vida es una escuela de desarrollo humano.
Hay dos formas de crecimiento: una horizontal y otra vertical.
Depende de cómo usemos nuestro tiempo podremos nacer, ponernos viejos y morir o crecer internamente donde no influye el tiempo que conocemos.

¿EN CUANTO VALORAMOS NUESTRO TIEMPO?

Las horas del día son una posesión, un apego.
Nos cuesta sentarnos a observar un atardecer o a leer un libro o sólo a sentir el canto de los pájaros, porque no disponemos de tiempo.
Difícilmente podamos sentarnos a escuchar a un anciano que nos cuenta siempre una historia repetida.
No tenemos tiempo ni siquiera para nosotros mismos. Para realizar alguna actividad que nos haga sentir plenos o estar en silencio.
Poco tiempo nos queda para brindar ayuda al que lo necesita.

¿A QUÉ DEDICAMOS LA MAYOR PARTE DEL DÍA?

A trabajar para obtener un mejor estatus de vida. La sociedad de consumo nos adormece convenciéndonos de que necesitamos cada vez más cosas materiales.
Por Ej.: Ropa de moda, teléfonos celulares, cantidades de electrodomésticos que se fabrican de mala calidad, esclavizando países enteros en su construcción, que duran poco para tener que comprar de nuevo.
A través de la tecnología se reciben pantallazas de información rápida, sin tomarnos el tiempo de profundizar.
Muchas veces perdemos valiosas horas viendo televisión o con juegos electrónicos.

¿Cuánto MIDE EL TIEMPO?

Cuando estamos disfrutando el tiempo es corto.
Si estamos asustados no pasa nunca.
Cuando sufrimos alguna enfermedad quisiéramos que se acabe rápido.
En una terapia intensiva, sólo existe la vida o la muerte. El tiempo pierde sentido.
Los domingos suelen ser amargos porque llega el lunes.
Cuando somos niños esperamos ser grandes: cuando me reciba, cuando me case, cuando tenga más dinero…
La idea de que un buen momento se acabe, suele incapacitarnos para disfrutarlo.
En primavera el tiempo se complica porque queremos hacer todo lo que no hicimos durante el año.
Si tenemos un amigo el tiempo no cuenta. Aunque pasen años, siempre parece que nos vimos ayer.

¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN?

Recordar que el día cuenta con 24 horas y en ellas necesitamos desarrollar nuestra vida de la mejor manera posible.
Para eso es preciso decidir qué cosas son las más importantes para cada uno.
A veces significa tener que renunciar a aquello que consideremos insustancial para valorar lo que nos produce bienestar.

¿CÓMO SE HACE?

Entre las prácticas del Yoga, “La atención mental” es una de las más valiosas.
Nuestra mente permanece generalmente dispersa, salta al pasado o al futuro. Nunca o casi nunca está en el presente.
Cuando los pensamientos son tan mecánicos, no pensamos sino que los pensamientos nos piensan.
La mente se enreda en sus ideas como en una tela de araña.
Con una mente automática la realidad se empaña con los contenidos subconscientes.

¡VIVIR EL MOMENTO!

Para lograrlo es imperioso el entrenamiento; si lo es para practicar un deporte, más aun si queremos regir nuestros pensamientos.
Todos, en mayor o menor grado tenemos una atención espontánea que obedece a los estímulos externos más o menos atrayentes.
En este caso, buscamos desarrollar voluntariamente la atención consciente.
La atención consciente va más allá de los pensamientos mecánicos, involuntarios, que se mueven guiados por el instinto.

¿QUÉ ES LA ATENCIÓN CONSCIENTE?

Es un permanecer perspicaz, despierto, el mayor tiempo posible. Ya sea cuando estamos viendo un amanecer, tomando una taza de te, trabajando, estudiando,
esperando el colectivo o lavándonos los dientes.

¿CÓMO VER EL MEDIO EN QUE VIVIMOS?

Esta atención consciente está libre de conceptos, prejuicios, recuerdos o imágenes.
Con una atención así aprendemos a ver la realidad en su justa medida.
Sin juzgar, sin condenar, sin justificar. Objetivamente.
Actuando de esta forma la vida cobra un nuevo significado y la rutina se convierte en una aventura diaria.
Cuando logramos, a través de la práctica, vivir el momento nos damos cuenta de que es único y sería lamentable perderlo en llantos inútiles o en bobadas tales como discusiones o cosas sin valor profundo.
Nos convertiremos de este modo, en nuestros propios maestros logrando una vida feliz.
Se aprende a estar atentos, Estando atentos.
Se consigue de la misma manera pensar y dejar de pensar a voluntad.






que linda musica

MUSICA CELTA

APRENDER A SABER



Si pudiéramos desaprender la cantidad de cosas que sabemos y no practicamos, tendríamos la oportunidad de comenzar de nuevo.

No importa a que altura de la vida estemos siempre hay tiempo para hacerle lugar a la sabiduría.

Podríamos descubrir que la flor que se abre ante nuestros ojos, no es una flor más, que es única en el mundo y nos ofrece participar de su perfume.

Si al conocer un arroyo no viéramos un cauce de agua, nos encontraríamos con la vida misma bailando en la arena y penetrando por los poros de las piedras.

Si entendiéramos que los ojos no están presos detrás de rejas de pestañas, sino que son las lentes que usa el alma para no perderse del colorido de la creación…

“Si al ver un pájaro no pensáramos en una jaula” (proverbio árabe)

Si al ver un diamante no nos cegara la codicia.

Si pudiéramos admirar la armonía de las formas, callando el deseo.

Si al mirar a un niño viéramos siempre a nuestro hijo.

Estaríamos dándonos la posibilidad de desplegar a través de la sabiduría, una vía de conexión con nuestra Alma y saber:

¡Qué poco sabemos!